
El Palo Monte o Regla Conga fundamenta sus creencias, de ascendente bantú, en las fuerzas sobrenaturales de los elementos de la naturaleza como las piedras, la tierra, las plantas, los animales y el espíritu de un muerto cuyo depositario principal es el recipiente mágico, cargado de energía, llamado nganga o prenda, fundamento de los poderes mágico-religiosos de la persona que lo controla y que es el de mayor jerarquía ritual en este sistema, conocido como Tata-nganga o padre de prenda.
Los gandós o firmas de los santos revisten una significativa importancia en el procedimiento ritual de los paleros. Cada santo posee su propia firma y sin ella no puede iniciarse la ceremonia, puesto que para llamar al santo es necesario trazar previamente la firma ante la cazuela o habitáculo del mismo. La pólvora, fula, es un elemento importante vinculado al ritual de las sagradas grafías.
Sobre diversos puntos de la firma se depositan pequeñas cantidades de pólvora. Después de pronunciar la invocación dirigida al nkisi correspondiente, cuyo gandó ha sido dibujado, y se le entona un canto por el tata-nganga, pidiéndole que obre en la situación planteada. Posteriormente se realiza un sahumerio, utilizando un cigarro puro, pero el oficiante no lo fumará como es acostumbrado habitualmente, en este caso lo sostendrá con el extremo encendido dentro de la boca y expulsará el humo por el extremo libre, sobre la firma. Efectuada esta operación, el tata aplicara la llama del tabaco a una de las diminutas pilas de pólvora, que arderá instantáneamente, inflamando a las restantes. La combustión de todos los montoncitos de pólvora será tomado como señal de que la deidad está presente y actuante .
El tabaco o sunga forma parte de las especies vegetales utilizadas para la confección de compuestos, infusiones, con las que se rocían las cazuelas, como ofrendas propiciatorias a los fetiches. Se trata también de la elaboración de los elementos materiales del culto, un ejemplo se encuentra en la preparación previa de los instrumentos musicales. El tabaco se estruja, «para que haga su labor», se le añade dulce de guayaba o endiba y con esta mezcla se untan los tambores antes de comenzar a tocar, para que le transmita más fuerza al toque, en especial para el toque de makuta.
En el Palo Monte se emplea otra liga conformada por tabaco ripiado, ají picante, aguardiente de caña y a veces se le añade la semilla de peonía para hacerla más fuerte. Su objetivo es regarla en el lugar deseado para «levantar atmósfera» y «poner mala la cosa». Por esta razón, en las fiestas se pone una persona a vigilar, para que nadie extraño entre y haga ese «trabajo».
Entre los usos del tabaco quizás el más extendido y de más frecuente utilización sea el sahumerio, realizado ,a través de esa peculiar forma expelente de fumar, en la que el oficiante se introduce la parte candente de un tabaco en la boca y en lugar de aspirar el humo lo exhala con fuerza sobre el objeto de culto, ya sea la representación material de una deidad, una firma religiosa, sobre algunos participantes en la ceremonia o cualquier otro objeto componente o auxiliar del culto
Durante el acto de iniciación, el humo se le aplica al neófito para purificarlo y a la vez impregnarle más fuerza al ritual. Además, se usa el extremo candente del tabaco para marcar al iniciado a ambos lados del Pecho y en las espaldas.
De igual forma en las ceremonias mortuorias, el cuerpo del creyente se purifica mediante sahumerios, ejecutados por los practicantes del culto.
También para trabajar con el Mpaka-mensu se usa el tabaco Este instrumento, propio del culto palero, para fines adivinatorios, consiste en un cuerno de toro contentivo de diversas sustancias y cuyo extremo abierto ha sido cubierto con un espejo circular. El oficiante empaña con humo la superficie del espejo y procede a la lectura de las respuestas a las preguntas del consultante, de acuerdo con las figuras que sobre el espejo se han conformado. En ocasiones se ha señalado, que las firmas o gandós de los santos han sido obtenidas a través de la lectura del Mpake-mensu. Esta forma de adivinación ha entrado en desuso entre los paleros, sustituida por la lectura de l chamalongo.
Para empezar las fiestas del palo monte se humea bastante en los rincones a las cazuelas, sobre los tambores, de los tambores a la puerta de la calle y de la puerta de la calle hacia los tambores.
Al finalizar una ceremonia religiosa es común el empleo combinado de la pólvora y el tabaco. En medio de una impresionante solemnidad el tata-nganga sale del munanso, cuarto consagrado al culto, con un machete sobre el que ha depositado cierta cantidad de pólvora que se enciende con el tabaco.
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