Santeria Osun Orisha de irradiación

Era el vigilante de Obatalá, cargo que perdió cuando se quedó dormido mientras se cometía el incesto de Oggún con Yemmú por lo que Obatalá le quitó el cargo y se lo dio a Elegguá. Orisha mayor. Actúa como mensajero de Obatalá y Olofi. Orula se apoya en él para tener los poderes de adivinación y el conocimiento real y trascendente.

Es el vigilante de la cabeza de los creyentes. No tiene Eleké‚ ni mano de caurís.

No es Orisha de posesión sino de irradiación. No se sube ni se asienta. Se recibe cuando se entregan los Guerreros (Elegguá, Oggún y Ochosi).

No habla por letra del caracol, pero acompaña a los guerreros. Representa la vida misma.
Su día: jueves.

Sus números: 8, 16 y 24. Se representa con un gallo en la parte superior, sobre un pedestal, base pesada, eje perpendicular que se implanta en un receptáculo tapado que contiene la carga mágica. La figura, puede ser un gallo, una paloma, un perro o un saurio.

ATRIBUTOS (COLOR)

Representa todos los colores en la ceremonia del Fifi Ocán (iniciación) porque Osun quiere decir «color» o «pintura». Existe la historia que le conciernen los cuatro colores fundamentales: blanco, azul, amarillo y rojo.

OFRENDAS

Se le ofrenda Orí (manteca de cacao), Efún (cascarilla). Se le inmolan principalmente palomas (eyelé) y los mismos animales que a los guerreros, excepto gallo o pollo que es su tabú por ser él mismo un akuko (gallo). Sus Ewe son los mismos de los otros guerreros, pudiendo también llevar los ewe de Obbatala.

Al caer, anuncia muertes o desgracias.

Patakí de Osun
Osun era vigilante de Obatalá. Obatalá vivía con su mujer, Yemú, y sus hijos Oggún, Ochosi y Elegguá. Oggún era preferido y sus hermanos teman que obedecerlo. Oggún estaba enamorado de su madre y varias veces estuvo a punto de violarla, pero Elegguá siempre le avisaba a Osun, quien venia y regañaba a Oggún. Entonces Oggún echó a la calle a Elegguá y le dio montones de maíz a Osun para que no lo delatara. Osun comía y luego dormía y Oggún podía disfrutar de su madre. Elegguá le fue con el cuento a Obatalá, que no lo quería creer, pero al otro día volvió más temprano. Obatalá vio a Osun acostado y a Oggún abusando de su madre, y llegó a su casa furioso.

Fue cuando Oggún se maldijo a si mismo y Obatalá le dijo a Osun: «Confiaba en ti y te vendiste por maíz». Y nombró a Elegguá su vigilante. Desde entonces Osun perdió el cargo.

Cuba

En África, la representación de este orisha es de hierro forjado con pájaros, no lleva carga mágica y es el bastón consagrado de los sacerdotes de Orula.

En Cuba representa la vida misma, es el vigilante de la cabeza del creyente y se le sincretiza con San Juan Bautista. No tenemos información sobre este orisha ni en las Reglas de Palo en Cuba, ni en los países que he estudiado hasta el momento, salvo Brasil, donde se le llama Assen-Ossun y es reservado al culto de los muertos: Assen es su nombre entre los fon y Ossun entre los nâgos.

En ese país se le representa por barretas de hierro que encierran a un muerto de los ancestros y que sirven, igualmente, de altar portátil para honrarlo. Algunas veces, Assen pierde su carácter de barreta de hierro y conserva el de altar, sobre el cual se hacen ofrendas a los difuntos. En este caso es colocado en el cuarto reservado al culto de los ancestros.

Cada Assen sirve para un solo muerto, aunque un solo muerto puede tener numerosos Assen ofrecidos por muchos familiares o por una persona en diversas circunstancias.
Se monta cuando se trata de un rey o de una persona importante, haciendo alusión al muerto de manera simbólica.

©️ngangamansa.com

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