Santeria Los Yorubas y los animales

Existen varios parámetros para la clasificación de animales entre los Yorùbá. Uno de los criterios son sus grupos. Esto es lo que el Yorùbá llama a òwó. Incluso hay un proverbio entre las personas que dice Àìkówòórìn ejò níí sekú pa wón lókòòkan «Las serpientes son fáciles de asesinar una por una por no haber funcionado como un grupo». Este proverbio sugiere que los animales tienen sus reinos y grupos. También connota que si se mueven como un grupo, su vulnerabilidad será mínima.

Otro rasgo que utilizan en su clasificación es su hábitat Por eso es posible hablar de eran omi «animales acuáticos»,  eran ilè «animales terrestres». Los rasgos también se adoptan para clasificarlos. Por lo tanto, tenemos eran abìwo «Animales con cuerno», eran afayàfà ‘reptiles’, eran elésè méjì ‘bípedos’, elésè mérin «cuadrúpedos», ojo «pájaros», eku «ratas».

Una clasificación más general depende de si el animal es domesticado o encontrado en la naturaleza salvaje, ya sea en agua o en tierra. Esta clasificación tiene  eran ilé «animales domésticos» y eran «animales salvajes».

Clasifican a los animales en tres grupos según su fisonomía. Esto tiene que ver con animales peludos entre quien el león actúa como su rey; los animales con plumas que tienen a la avestruz como su rey y los escamosos, la mayoría de los cuales son reptiles, que tienen a la pitón como su rey.

Además de usar animales para comida, también se usan en sacrificios a las deidades. Los Yorùbá creen que ese sacrificio debe ser ofrecido a las deidades para poder evitar calamidades y también propiciar a los dioses por sus ofensas y errores que pueden generar la ira de las deidades sobre ellos.

Las deidades Yorùbá son numerosas y cada una de ellas esta asociada con un animal en particular, que se sacrifica a esta deidad. Por ejemplo, Ògún (dios del hierro) es muy aficionado a los perros, caracoles, tortugas y carneros; Òsun (una diosa del río llamada por ese nombre) acepta cabras y aves; Èsù (la deidad tramposa Yorùbá) es aficionado a las aves negras; Şàngó (dios del trueno) es aficionado al carnero; Orúnmìlà (dios de la sabiduría, el conocimiento y la profecía) es aficionado a las ratas y peces de barro; Obàtálá (el Dios Supremo) es aficionado a los caracoles; Osanyìn (el dios de la medicina herbal) es aficionado a las tortugas; Egúngún (mascarada) le gusta el carnero, solo por mencionar algunos. Los Yorùbá conocen la elección de cada deidad y hacen todo lo posible para cumplir con sus demandas y necesidades para que las cosas sean un buen augurio en sus propias comunidades.

©️ngangamansa.com

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