
Con respecto a un sobrino o una sobrina. Es en los asuntos del matrimonio donde surge el caso. El matrimonio es la unión de dos individuos pero también de dos clanes, para lograr el objetivo fundamental: tener hijos y así mantener el clan. Quienes negocian este asunto capital son sobretodo los tíos maternos de los futuros esposos. La conclusión del contrato requiere que el clan del novio entregue vino de palma, carne con hueso y dinero al pariente de la novia. Estos padres son a veces numerosos y difíciles de complacer; sin embargo, es de gran importancia satisfacerlos; porque cuando la novia acude a su marido, todos deben pronunciar desde el fondo de su corazón la fórmula de la bendición: Nda wenda, Ubuta, ulela, Usala, ukela, Ututombola.
Si todos los deseos están de acuerdo, el matrimonio será fructífero. Si solo uno en su corazón está en contra, habrá desdicha. Si alguien maldice (loka y también siba), la mujer no se quedará con sus hijos. Las creencias y prácticas son conocidas y los hechos están ahí. Conozco decenas. Aquí un caso.
E. B. se casó con M. S. Cuatro meses después, tuvo un primer aborto. Mas tarde el nacimiento de un niño, que muere una hora después. Posteriormente, tres abortos. En septiembre vino el marido a contarme sus desgracias y me ruega que arregle el asunto con el tío materno de su esposa. Esto me confirma que su tío es hostil con ella: «No quiere que tenga hijos». Se convoca al padre de ambos cónyuges. A cada lado se le cuenta la historia del matrimonio en cuestión, con todas las circunstancias anteriores y posteriores. Nadie quería el bien de los esposos. Pero la desgracia está ahí. ¿Quién puede conocer la causa? El tío materno acusado por los cónyuges no se inmuta. Les hago a todos la misma pregunta ritual: «¿Has comido?» estás satisfecho «- Cada uno responde a su vez:» He comido, estoy satisfecho. Solo quiero una cosa, que estos dos esposos tengan hijos y sean felices. Cuando llego al hombre que apunta, le hago la pregunta, mirándolo a los ojos; Él responde enojado: “Comí, pero no recibí el kilemba (= regalo de consolación) al que tenía derecho. El familiar del marido niega este derecho. Investigación realizada, el regalo le había sido prometido, pero nunca entregado a pesar de sus reiteradas peticiones. Frustrado, tenía loka. Inmediatamente exijo que le paguemos el valor del regalo prometido y le pido que ponga su corazón al unísono con los demás. Él no objeta y dice: “Ahora lo digo de debajo de mi lengua, y mi palabra va y no vuelve; ven, ten hijos, sé feliz y haz que mi nombre viva en tu descendencia. Diez meses después, nació un primer hijo; le siguieron un segundo y un tercero.
Conozco un gran número de ellos, bien comprobado, donde el loka de un tío materno impide que la sobrina tenga hijos. No creas que une su voluntad con la de su tío. No, ella anhela tener hijos y hace todo lo posible para tenerlos. El poro también tiene el poder vital superior que permite dificultar la fertilidad de sus hijos, pero se ejercita mucho menos. Los padres que “loka” a sus hijos, los tíos maternos que tienen derecho a su línea evitan que sus sobrinas por loka tengan hijos, utilizan su poder superior de acuerdo con la ley y la costumbre. Tienen este poder a través de la sangre; dependiendo del antepasado primitivo y otros que dominan el clan. No son ndoki, no ejercitan kindoki. Pero su poder nos ayuda a comprender el kindoki.
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