Deidades Koulo Tyolo el dios dormido de los Senufo

La religión de los Senufos parece estar organizada en torno a dos deidades: Koulo Tyolo y Ka Tyelo. En realidad, esta dualidad es puramente nominal y es la doble manifestación de la mismo esencia divina.

Como el principio supremo del universo, Koulo Tyolo representa el carácter trascendente de esta deidad. Fue ella quien originalmente extrajo del caos indiferenciado todas las formas creadas. Maestra del mundo terminado y establecido, ella es el recurso supremo del individuo contra el destino o la desgracia. Entonces depende de ella a quien se dirigen las oraciones personales.

Ka Tyelo, la Gran Madre del pueblo, es la manifestación de la misma divinidad, toma este vez como principio actual de consolidación y mantenimiento de la existencia. Paradójicamente, este poder divino, al alcance del hombre, no puede recibir ninguna oración individual ya que es precisamente lo que mantiene el orden, la cohesión original de las creaciones especiales: no se puede solicitar una gracia de fuerza que confirma a los seres en sus propias naturalezas y sus relaciones necesarias.

La divinidad presenta así un equilibrio entre el aspecto trascendente, pero accesible a la oración y su manifestación actual, garante de un orden definido, pero no responde a las oraciones individuales.

Estas dos orientaciones de la religión también se mantienen vivas. Pero Ka Tyelo, quien asegura la permanencia de los seres y grupos en su verdadera naturaleza y quién es, por lo tanto, responsable de la formas de sociedad, merece aquí un desarrollo más detallado. El nombre de la diosa es particularmente revelador: el mundo, en última instancia, es el pueblo. La verdadera creación, que da límites y formas al caos, es la que conduce al pueblo con su sus múltiples diferencias y su solidaridad.

Debemos entender aquí el pueblo en un sentido amplio: es, desde el pueblo que existe desde toda la eternidad… a pesar del carácter de pueblos temporales … Lo que hace que el aldea no es, pues, ni su tierra ni sus chozas, sino cierta estructura… Los individuos no tienen existencia allí y significado sólo como parte de un todo orgánico: lo que existe, lo que se mantiene en existencia por la diosa, es el pueblo considerado como un solo ser. Estamos pues ante una sola deidad pero ella actualiza su poder creativo en tantos puntos como pueblos hay.

La vida diaria del pueblo Senufo gira en torno a los rituales religiosos que les permiten aplacar a las deidades que respetan y temen a través de prácticas de adivinación y el uso de joyas de latón especialmente elaboradas. Los Senufo emplean el brazalete Fo, que contiene uno de los diseños más prominentes de la cultura, una pitón, en una variedad de propósitos para satisfacer las necesidades espirituales y estéticas de la sociedad.

El Sandogo es una orden social de mujeres autorizada responsable de mantener relaciones positivas con el mundo espiritual a través de la adivinación y de proteger la pureza de cada grupo de parentesco.

Los Sandobele son adivinos dentro de la sociedad Sandogo que diagnostican y resuelven problemas dentro de la religión de la comunidad. Hay varios ancestros venerados y espíritus de los arbustos entre los Senufo.

Los Senufo son conocidos también por el poro, un rito de iniciación social bastante famoso. Se pueden distinguir dos tipos de poro: Un “poro comunitario”, que permite que los jóvenes sean reconocidos como miembros de la comunidad y es obligatorio. “Poro privado” cuya afiliación es opcional y que puede asimilarse a una especie de sociedad secreta. Tienen un carácter esotérico. La iniciación comunitaria al poro marca la entrada, para los hombres, en la vida adulta. El poro se compone de diferentes actos rituales de una sola vez, cuyo paso es una prueba de madurez. En la sociedad Senufo, los hombres que no han sido iniciados en el poro no pueden hablar en público”. La educación del poro privado es un proceso largo con tres etapas que duran de 6 a 7 años. La primera etapa incluye el “kouord” que es una iniciación prenúbil. El niño se acostumbra a ciertos quehaceres así como a un vocabulario básico relacionado con el poro. En la adolescencia llega el «dain» que le hace adquirir las bases de la vida comunitaria. La segunda etapa es el “tcholo” que marca un cierto grado de madurez en el hombre y le permite adquirir claves de conocimiento sobre secretos que hasta entonces no podía conocer. Finalmente, el “kaffono” es la etapa suprema del poro y permite ingresar a la clase de los iniciados enmascarados. La iniciación está respaldada por una ley de secreto. Se lleva a cabo en “bosques sagrados”, ubicados en las afueras de cada pueblo. El poro puede ser considerado como una «universidad donde cada miembro de la sociedad recibe, en mayor o menor grado, una educación completa» que hará de él una «unidad social perfecta». Su objetivo es, por tanto, crear y producir hombres. Cada iniciado poro recibe un nombre de iniciación manteniendo su nombre civil. La mujer, en cambio, tiene derecho a ser iniciada en el primer ciclo de poro, antes de la pubertad. Luego reanudan esta formación después de la menopausia. Tienen su propia arboleda sagrada, distinta de la de los hombres.

©️ngangamansa.com

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