Vudu Los espiritus de africa en estampas catolicas

El Vudú se basa en una genealogía de los dioses, sus relaciones mutuas, sus funciones, sus clasificaciones, así como en una mezcla de ritos (Rada, Pétro, Congo, Nago, Ibo, Zandor, etc.), motivos (vèvès) y símbolos cabalísticos; mitad religioso, mitad animista y mitad científico. Estos ritos – Rada que corresponde al Aire; Pétro a Fuego; Congo al Agua; Ibo a la Palabra, Nago al Metal y An-Mina a la Tierra- tienen como finalidad honrar a los loa, contactarlos y venerarlos durante una ceremonia.

La llegada de un loa se manifiesta por la posesión de un sujeto, pasando por sus características durante un choque emocional, un duelo, un incidente inesperado e insólito, bodas, bailes y ceremonias presididas por un Hougan o una Mambo. El loa puede montar o visitar a sus fieles incluso durante el sueño. Estos espíritus ubicuos y poderosos controlan las vidas humanas y exigen respeto y lealtad hacia ellos a cambio. Nos recuerdan muy a menudo que todo Espíritu es celoso, e incluso Dios, el Gran Todo, el Gran e inaccesible Olohoum, que nadie ha visto jamás.

Qué herencia de África es este conjunto amplio y variado de elementos del mismo carácter de genios con los cuatro elementos (agua, tierra, fuego, aire) que corresponden, entre otros, a Aguet Aroyo (Agua), Erzulie (Tierra), Ogou (Fuego) y Nibo ( Aire). Desde los cuatro puntos cardinales (Occidente: agua, material; Norte: tierra, producción, creatividad y supervivencia; Sur: fuego, consumo y transmutación; Oriente: aire, lo espiritual y renacimiento), están siempre en su puesto de protección y combate.

Oraciones y encantamientos, danzas y cantos, templos (hounforts) están dedicados a los dioses, loa-espíritus y humanos-espíritus (loas comprados). De hecho, estos guían, aconsejan, predicen el futuro e incluso castigan la desobediencia de un sirviente. También se puede presentar una queja ante un genio o loa contra una afrenta hecha a un seguidor. Los loas están asociados, al parecer, desde la esclavitud en Santo Domingo con los Santos de la Iglesia Católica. A menudo se identifican o asimilan a las imágenes de figuras sagradas que aparecen en las estampas católicas.

Damballah “Arco Iris” está representado por Moisés (rito Rada);

Damballah “La-Flambeau” de San Patricio (rito de Petro);

Tokan Aïda Ouèdo – el principio femenino de Damballah – por Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción o Santa Verónica;

Piè (Pedro) Damballah y Piè Dantor de San Pedro;

Grann (abuela) Alouba o Aloumandia identificada con Santa Ana;

Legba Mèt Kafou (Maestro encrucijada) de San Lázaro;

Legba Mèt Pòtay (Portal Maestro) de San Pedro;

Atibon Legba de San Antonio (el Ermitaño, rito Rada; de Padua, rito Petro);

Simbi dlo (agua) de San Rafael;

Simbi Andeïzo (entre aguas traseras) de San Andres;

Azaka Mede de San Isidoro el Labrador;

la maestra Erzulie Fréda Dahomey para Santa Rosa, Virgen Milagro, Mater Dolorosa, Virgen Caridad o Santa Isabel;

Señora Erzulie Dantor por Nuestra Señora de Czestochowa -Mater Salvatoris, la Virgen Negra de Polonia-, Nuestra Señora del Monte Carmelo, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro o Nuestra Señora de Altagracia;

Señora LaSirene de Nuestra Señora de la Asunción;

Barón Samedi de San Martín de Porrès;

Guédé Nibo de San Gerardo de Majella;

el Barón LaCroix de San Francisco de Asís;

Bossou Tres Cuernos de San Vicente;

Ogou Batallah de San Felipe;

Ogou Balendjo de Santiago el Mayor;

Ogou Ferraille y Shango de San Jorge;

Ogou Badagri de San José;

Ogou Saint Jean o Jean Dantor de San Juan Bautista;

Agassou Gnenin (Djeme) de San Agustín;

mambo Aïzan Vélékété de Jesús el Cristo Durante Su Bautismo;

Lenglesou por Jesús crucificado y sangrando en la Cruz;

Loko Atissou (Papá Loko, médico y hougan);

el guardián de los hounforts, por San José;

la amante Clermesine Clermeil de Santa Clara;

la amante Philomise Pierre de Santa Filomena;

San Nicolás y Santa Lucía, considerados como los padres de los loas Marassa, por San Cosme y San Damián, gemelos.

En definitiva, cabe señalar que los dioses Legba, Ogou y Erzulie figuran entre los loas más representativos en las estampas populares de la imaginería católica. El sincretismo observado, útil hasta ahora, se originó en las “chozas negras” para evitar, sin duda alguna, la ira del Comendador o del Colono que querían a toda costa “civilizar” a los esclavos. Cada «espíritu» del fantasma de África, no olvidado, fue representado por un Santo de la Iglesia Católica, correspondiente a su imagen y su poder divino. Los esclavos africanos, postrándose ante la imagen de un Santo, proyectaban mentalmente hacia el Alma Mater, África perdida para siempre pero guardada en secreto en su memoria.

©️ngangamansa.com

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