
Yewá es la deidad doncella por excelencia, dueña de las tumbas y miembro de la llamada trilogía de las dueñas del cementerio. Su color emblemático es el rosado, aunque se le atribuyen, también, todos los colores del arco iris. Se le representa por una mujer muy seria, reservada y totalmente alejada de toda actividad sexual.
Se le sincretiza con Nuestra Señora de los Desamparados, Nuestra Señora del Monserrat, la Virgen de los Dolores, Santa Clara de Asís y Santa Rosa de Lima (en Cascajal, pueblo de la provincia de Matanzas).
En la Regla Kimbisa del Santo Cristo del Buen Viaje no existe información y en Brillumba y Mayombe es Batolonqui y Muanalugue Mpanqui. En la Sociedad Secreta Abakuá tampoco existe información acerca de su sincretización. En el culto Arará es Yewá Afirimako y en el Cabildo lyesá es Yewá .
HAITÍ
Para los haitianos, Yewá es el Barón Cimitière, Simbi Cimitière o Maître Cimitière. Su función principal es cuidar los camposantos evitando los raptos de cadáveres y ayudando a los muertos a purgar sus penas. Si es una mujer la enterrada, la dueña pasa a ser la Baronesa Brigitte, también llamada Grande-Brigitte, esposa del Barón Samedi y madre de todos los guédé. Este personaje es dueño de todos los camposantos donde la primera persona sepultada haya sido una mujer.
SANTO DOMINGO
En este país se le representa por el Barón Cementerio, amo y señor de los camposantos, en los que reina de manera absoluta. Es el lúa más conocido en Santo Domingo, carece de representación antropomorfa y se le simboliza mediante una cruz. Todos los voduistas afirman que fue el primer muerto enterrado y las mujeres de San Francisco de Macorí lo invocan para amarrar maridos. Su color es el negro y su día los lunes de cada semana.
A su lado, y formando una trilogía, están el Barón Samedi y el Barón Lacroix. Se sincretiza con San Elías, ya que, por su ropa negra y por haber sido arrebatado en vida de la Tierra, se convierte en especie de muerto vivo con poderes mágicos.
El Barón Samedi tiene la apariencia de un empresario de pompas fúnebres y se le invoca con los siguientes epítetos: trois pelles y trois piquois. Semeja un hombre robusto a pesar de su barba blanca, viste levita y anda con un bastón de caña en una mano y una botella de clairin en la otra. Es un loa exigente, egoísta y receloso, y lo utilizan para eliminar a los enemigos y para remitir los muertos al Barón Cementerio.
La función del Barón Lacroix es la de acompañar a los cadáveres hasta el cementerio. Suele serviste al lado de los perros que aúllan frente a las casas de los moribundos y su símbolo es una cruz de madera o de hierro forjado.
CHANGÓ CULT DE TRINIDAD-TOBAGO
No aparece información acerca de una posible equivalencia.
BRASIL
Se le conoce como Euá y, junto con Apó Oká, Yamaça Yamalé (madre de Xangó) y Oninlé, son iyabás en franco proceso de desaparición. Se le considera una de las hijas de lemanjá y es una divinidad del río de su mismo nombre en Nigeria.
Perteneciente a los egbadó, su culto es celebrado en Brasil por algunas casas tradicionales del Candomblé.
Es orisha valiente, guerrera y, como las madres de agua, asociada a la fecundidad. Algunos afirman que Euá es una serpiente femenina esposa de Oxumaré, relacionada con la franja blanca del arco iris. También la consideran hija o hermana de lansá y, en algunos terreiros, es asimilada a Oxum.
Sus hijas tienen salud precaria, pero disponen de gran energía nerviosa. Son madres devotas, autoritarias y muy apegadas a sus hijos. Honestas y trabajadoras, luchan con coraje para ganar el sustento de la familia.
Su otá se coloca en un recipiente con miel y aceite dulce, con la réplica en miniatura de un arpa.
Se le ofrece millo con coco, boniato y plátanos fritos. Cuando se manifiesta, trae en la cintura dos arpones y en las manos una espada, una calabaza adornada con caracoles y paja de la costa, por cuyos poderes se hace invisible.
Su collar es de cuentas amarillas y rojas y se le identifica con Nuestra Señora de las Nieves.
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